Edificado a
mediados del siglo XVIII sigue el estilo Barroco con grandes influencias
del Rococó francés. En un principio sus paredes estuvieron decoradas
con pinturas, pero en el último tercio del mismo siglo fueron
sustituidas por estucos que imitan mármoles. En el exterior destaca la
suntuosa portada construida con alabastro, mientras que en el interior
lo hacen sus salones del siglo XIX y el Museo Nacional de Cerámica.
La rica portada de alabastro, obra de Ignacio Vergara. Las dos figuras masculinas representan los dos ríos del Reino de Valencia. |
Una de las jambas de la portada. |
La jamba contraria, también llena de simbología. |
Imagen de la Virgen del Rosario en el segundo cuerpo. |
Una de las torres del palacio con la decoración de estucos que imitan mármoles. |
Detalles de la exuberante decoración rococó. |
Patio central del palacio. |
Detalle del patio. |
Salón de estilo clásico. |
Salón chino |
Detalle de las hermosas pinturas que decoran los techos. |
Salón de porcelana, donde hasta los apliques de las sillas y la mesa son de este material. |
Mármoles de las solerías. |
Cama con dosel del dormitorio. |
Una de las carrozas barrocas. |
Palanquín del siglo XVIII |
No voy a poner fotos de piezas cerámicas del museo, pero animo a visitarlo por la belleza y variedad de las obras expuestas procedentes de los talleres de Manises, Alcora, así como de los demás periodos y lugares de España.
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