La cripta
alberga en su interior una capilla visigótica con planta de cruz latina.
Con la invasión islámica termina siendo convertida en unos baños.
Cuando Jaime I reconquista la ciudad, sólo quedaba en pie uno de los
brazos del templo, sobre el que mandó hacer una capilla en honor de San
Vicente. Bajo el edificio se encuentran los restos del cardo máximo
romano.
Canceles con una de las más hermosas decoraciones visigóticas. |
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